When Ballots Are Empty, Power Decides for Us
By Amiran White
The campaign signs are coming down. The ballots are almost fully counted. As of today, 7,809 ballots have been tallied, with an estimated 25 left to count. That puts Pacific County’s voter turnout at 43.6 percent.
But in city after city, district after district across Pacific County, there was no real contest at all.
This year’s election revealed an uncomfortable truth. Many of the seats that shape our daily lives had only one person running. School boards, hospital districts, fire commissions, park districts, city councils, mayoral offices, port commissions, and water and sewer boards all had races where the outcome was decided the moment filing week closed.
When a race has only one filer, someone does not truly get elected. The public has no choice, no conversation, and no opportunity to consider a different direction. The result is set before a single ballot is cast. For a county that prides itself on small town democracy, that should give us pause.
The Quiet Cost of Uncontested Races
It is easy to focus on the big contests with yard signs and debates, but the real heartbeat of local democracy is quieter. It is the neighbors who volunteer to run for the roles no one notices until something goes wrong.
Those positions determine everything from how our schools spend money to how fast an ambulance reaches your door. When they go uncontested, power narrows. The public voice fades.
Across Pacific County’s 42 precincts, with 17,912 registered voters, 56 local seats ran unopposed this year.
Fifty-six.
In these races, voters had no meaningful choice at all. Entire communities were unable to weigh in on leadership, direction, or priorities. Even critical roles like mayors and city council seats were effectively decided before ballots were mailed.
Democracy weakens not only when people lose, but when voters never have a choice.
And in a year with so few competitive races, one of the few real contests is currently separated by only two votes. The Raymond City Council Position 5 race hangs on the slimmest possible margin, offering the clearest reminder we could ask for that every ballot matters.
When Hate Shows Its Face and Someone Still Stands Up
Despite the quiet nature of many races, one of the loudest stories this year came from courage.
Carolyne Perez ran for the Ocean Beach School Board knowing that representation matters and that sometimes it comes with a cost. She faced attacks that questioned her belonging, her family, and her right to lead. For many, that kind of public hostility is exactly what keeps people from running at all. But Carolyne did not back down. She kept showing up, stayed engaged, and held her ground. And she won.
Her victory is more than a school board seat. It is a message to every person who has been told they do not belong in public life: you do, and your community is stronger when you step up.
Who Will Step Up Next?
There is no shame in sitting out an election. Most of us were never taught how to run for local office or what it means to serve on a board or commission. But if this year showed us anything, it is that democracy does not run on autopilot.
Every uncontested seat tells us the same thing: we are missing voices at the table.
The next ballot will come faster than we think, and it is not too early to ask who might step forward. Who will bring new ideas, new energy, and lived experience into the rooms where decisions get made?
At Pacific County Voices Uniting, we believe every person has something to offer and that local democracy depends on neighbors willing to show up, learn, and serve. Running for office is hard work. So is running a campaign. But so is watching your community’s future get decided by a handful of people because no one else applied.
Our Work Continues
We can celebrate the wins and still confront the gaps. We can honor those who ran and challenge ourselves to do more next time.
This is how democracy grows in a small county: when courage meets opportunity, when silence gives way to service, and when we choose participation over apathy.
The ballots may be empty, but the seats are not. They are waiting for someone who believes Pacific County can do better, together.
Cuando las boletas están vacías, el poder decide por nosotros
Por Amiran White
Los letreros de campaña están desapareciendo. Las boletas están casi completamente contadas. Hasta hoy, se han contabilizado 7,809 boletas, con aproximadamente 25 pendientes. Esto representa una participación del 43.6 por ciento en el condado de Pacific.
Pero de ciudad en ciudad, de distrito en distrito en todo el condado, casi no hubo contiendas reales.
Las elecciones de este año revelaron una verdad incómoda. Muchos de los cargos que dan forma a nuestra vida diaria tuvieron solo una persona postulándose. Las juntas escolares, los distritos hospitalarios, los distritos de bomberos, los parques, los concejos municipales, las comisiones portuarias y los distritos de agua y alcantarillado tuvieron contiendas donde el resultado quedó decidido en el momento en que finalizó la semana de presentación de candidaturas.
Cuando solo una persona se postula, en realidad nadie es verdaderamente elegido. El público no tiene opción, ni conversación, ni oportunidad de considerar una dirección diferente. El resultado queda determinado antes de que llegue una sola boleta por correo. Para un condado que se enorgullece de la democracia local, esto debería llamarnos la atención.
El costo silencioso de las elecciones sin contienda
Es fácil enfocarse en las contiendas grandes con debates y letreros, pero el verdadero latido de la democracia local es más silencioso. Son los vecinos que se ofrecen para ocupar los cargos que nadie nota hasta que algo sale mal.
Estos puestos determinan desde cómo gastan dinero nuestras escuelas hasta qué tan rápido llega una ambulancia a su puerta. Cuando estas contiendas no tienen competencia, el poder se estrecha y la voz pública se debilita.
En los 42 precintos del condado de Pacific, con 17,912 votantes registrados, 56 cargos locales no tuvieron oposición este año. Cincuenta y seis. En estas contiendas, los votantes no tuvieron ninguna opción real. Las comunidades no pudieron opinar sobre liderazgo, dirección o prioridades. Incluso puestos críticos, como las juntas escolares y los concejos municipales, quedaron decididos antes de que se enviaran las boletas.
La democracia se debilita no solo cuando alguien pierde, sino cuando los votantes nunca tienen una elección.
Y en un año con tan pocas contiendas competitivas, una de las pocas elecciones reales se está decidiendo por solo dos votos. La contienda por el Puesto 5 del Concejo Municipal de Raymond está separada por el margen más estrecho posible, lo que nos recuerda claramente que cada voto importa.
Cuando aparece el odio y alguien decide mantenerse firme
A pesar de lo silenciosas que fueron muchas contiendas, una de las historias más fuertes de este año fue un acto de valentía.
Carolyne Perez se postuló para la Junta Escolar de Ocean Beach sabiendo que la representación importa y que, a veces, viene acompañada de un costo. Enfrentó ataques que cuestionaron su pertenencia, a su familia y su derecho a liderar. Para muchas personas, ese tipo de hostilidad pública es exactamente lo que las desanima de postularse. Pero Carolyne no se rindió. Siguió apareciendo, permaneció comprometida y se mantuvo firme. Y ganó.
Su victoria es más que un puesto en una junta escolar. Es un mensaje para cada persona a la que se le ha dicho que no pertenece en la vida pública. Sí pertenece, y nuestra comunidad es más fuerte cuando usted decide participar.
¿Quién dará el siguiente paso?
No hay nada malo en no postularse en una elección. La mayoría de nosotros nunca aprendió cómo postularse para un cargo local o qué significa servir en una junta o comisión. Pero si algo nos mostraron estas elecciones, es que la democracia no funciona de manera automática.
Cada cargo sin contienda nos dice lo mismo: faltan voces en la mesa.
La próxima boleta llegará antes de lo que pensamos, y no es demasiado pronto para preguntarnos quién podría dar el siguiente paso. ¿Quién traerá nuevas ideas, nueva energía y experiencias de vida a los espacios donde se toman decisiones?
En Pacific County Voices Uniting creemos que cada persona tiene algo que ofrecer y que la democracia local depende de vecinos dispuestos a presentarse, aprender y servir. Postularse para un cargo es un trabajo difícil. También lo es dirigir una campaña. Pero igual de difícil es ver cómo el futuro de nuestra comunidad se decide por unas cuantas personas simplemente porque nadie más solicitó el puesto.
Nuestro trabajo continúa
Podemos celebrar los logros y aun así enfrentar las brechas. Podemos honrar a quienes se postularon y, al mismo tiempo, retarnos a hacer más la próxima vez.
Así es como crece la democracia en un condado pequeño. Cuando la valentía se encuentra con la oportunidad, cuando el silencio da paso al servicio y cuando elegimos la participación en lugar de la apatía.
Las boletas pueden estar vacías, pero los asientos no lo están. Están esperando a alguien que crea que el condado de Pacific puede avanzar y hacerlo juntos.