Community, Gratitude, and Truth: Holding This Week With Care
Thanksgiving week is here, and while many are preparing for gatherings and traditions, others are entering this time carrying very different realities. This season invites us to hold a fuller picture of our communities. Gratitude can exist alongside grief. Celebration can sit beside struggle. And honesty can help us understand the moment we are living in with greater clarity and care.
Thanksgiving sits within a painful history for Indigenous peoples, including the Chinook Indian Nation, whose ancestral homelands include the place we now call Pacific County and whose fight for recognition continues today. The holiday exists within a long story shaped by displacement, attempted erasure, forced assimilation, and the strength of generations who kept their cultures alive. This truth deserves acknowledgment everywhere in this country because that history shaped the United States itself.
Recognizing this history does not require anyone to give up meaningful traditions. It simply creates space to understand the land we live on, the peoples whose cultures and sovereignty continue today, and the work that remains unfinished. Here in Pacific County, that includes the Chinook Indian Nation’s ongoing struggle for federal recognition and the continued presence of the Shoalwater Bay Indian Tribe. Both hold deep histories, responsibilities, and relationships with this place.
This time of year also brings forward the realities many families continue to face. The holiday may offer rest for some, but for others it brings pressure and uncertainty, along with the quiet knowledge that basic needs do not pause for a celebration. Food insecurity, limited housing, unstable wages, lack of childcare, and barriers to healthcare remain challenges for many households. Immigration policies and shifting regulations can create even more stress for mixed-status families and for immigrant workers who play essential roles in the local economy.
And even with these challenges, we continue to see care show up in our communities in ways that matter.
We see neighbors checking on elders. We see volunteers helping families navigate complicated systems. We see community members sharing meals, delivering groceries, and offering support when someone is struggling. We see immigrant parents working long days and still nurturing culture and tradition for their children. We see Indigenous, immigrant, disabled, LGBTQ+, and rural families building networks of support that withstand hardship and create connection.
These acts of care are not small. They form part of the foundation of strong communities, and they remind us that generosity and connection do not depend on a holiday to take root.
Access to food, housing, safety, and belonging is shaped by the choices made by elected leaders, by the systems we inherit, and by the communities we build together. Telling the truth about these realities is a form of care because it creates room for change, accountability, and collective action.
As we move through this week, we invite you to hold space for many truths at the same time.
Hold space for gratitude.
For the people who brighten your days and for neighbors who show up with consistency and compassion.
Hold space for history.
For the Chinook Indian Nation whose homelands define this region. For the Shoalwater Bay Indian Tribe whose presence continues today. For the ongoing fights for sovereignty, recognition, and justice.
Hold space for the realities of the present.
For immigrant families navigating uncertainty. For households stretched thin by rising costs. For those who approach this week with grief or isolation.
Hold space for generosity.
For the everyday actions that build connection and dignity. A shared meal. A message of care. A ride offered. A quiet reminder that someone is not alone.
Hold space for action.
Because communities grow stronger when we take care of one another and when we acknowledge the systems that need attention and change.
Whether this week brings joy, heaviness, rest, or a mix of all three, we hope you feel supported. And if you have the space, we encourage you to reach toward someone who may need a steadier moment in their day.
We are grateful for every person working to create communities where everyone belongs, where truth leads to understanding, and where care is something we practice together. This work continues long after the holiday ends, and we are honored to walk it with you.
By Amiran White
Comunidad, gratitud y verdad: Sostener esta semana con cuidado
La semana de Acción de Gracias ya está aquí, y mientras muchas personas se preparan para reuniones y tradiciones, otras entran a estos días cargando realidades muy distintas. Esta temporada nos invita a sostener una visión más completa de nuestras comunidades. La gratitud puede convivir con el dolor. La celebración puede coexistir con la dificultad. Y la honestidad puede ayudarnos a comprender este momento con mayor claridad y cuidado.
El Día de Acción de Gracias está entrelazado con una historia dolorosa para los pueblos indígenas, incluido el Pueblo Chinook, cuyas tierras ancestrales incluyen el lugar que ahora llamamos el Condado de Pacific y cuya lucha por el reconocimiento continúa hoy. Esta festividad forma parte de una historia larga marcada por el desplazamiento, los intentos de borrado, la asimilación forzada y la fortaleza de generaciones que mantuvieron vivas sus culturas. Esta verdad merece ser reconocida en todo el país, porque esta historia moldeó a Estados Unidos.
Reconocer esta historia no exige que nadie renuncie a las tradiciones que son significativas. Simplemente crea espacio para comprender la tierra en la que vivimos, a los pueblos cuyas culturas y soberanía siguen vivas hoy, y el trabajo que aún queda por hacer. Aquí en el Condado de Pacific, esto incluye la lucha continua del Pueblo Chinook por el reconocimiento federal y la presencia continua del Pueblo Shoalwater Bay. Ambos sostienen historias profundas, responsabilidades y relaciones con este lugar.
Esta época del año también pone en primer plano las realidades que muchas familias continúan enfrentando. El feriado puede ofrecer descanso a algunas personas, pero para otras trae presión e incertidumbre, junto con la comprensión silenciosa de que las necesidades básicas no se detienen por una celebración. La inseguridad alimentaria, la falta de vivienda asequible, los salarios inestables, la falta de cuidado infantil y las barreras al acceso médico siguen afectando a muchos hogares. Las políticas migratorias y los cambios administrativos pueden generar aún más preocupación para familias de estatus mixto y para trabajadores inmigrantes que desempeñan un papel fundamental en la economía local.
Y aun con estos desafíos, seguimos viendo que el cuidado aparece en nuestras comunidades de maneras que importan.
Vemos a vecinos revisando cómo están las personas mayores. Vemos a voluntarios ayudando a familias a navegar sistemas complicados. Vemos a miembros de la comunidad compartiendo comidas, entregando víveres y ofreciendo apoyo cuando alguien está pasando por un momento difícil. Vemos a padres inmigrantes trabajar largas jornadas y aun así nutrir la cultura y la tradición para sus hijos. Vemos a familias indígenas, inmigrantes, con discapacidades, LGBTQ+ y rurales construir redes de apoyo que resisten la dificultad y generan conexión.
Estos actos de cuidado no son pequeños. Forman parte de la base de comunidades fuertes y nos recuerdan que la generosidad y la conexión no dependen de un feriado para cobrar vida.
El acceso a la alimentación, la vivienda, la seguridad y el sentido de pertenencia está determinado por las decisiones de quienes ocupan cargos públicos, por los sistemas que heredamos y por las comunidades que construimos juntas. Decir la verdad sobre estas realidades es una forma de cuidado, porque crea espacio para el cambio, la responsabilidad y la acción colectiva.
A medida que avanzamos por esta semana, les invitamos a dar espacio a varias verdades al mismo tiempo.
Dar espacio para la gratitud.
Por las personas que iluminan tus días y por los vecinos que aparecen con constancia y compasión.
Dar espacio para la historia.
Por el Pueblo Chinook cuyas tierras ancestrales definen esta región. Por el Pueblo Shoalwater Bay cuya presencia continúa hoy. Por las luchas en curso por la soberanía, el reconocimiento y la justicia.
Dar espacio para las realidades del presente.
Por las familias inmigrantes que navegan incertidumbre. Por los hogares que enfrentan costos crecientes. Por quienes llegan a esta semana con dolor o aislamiento.
Dar espacio para la generosidad.
Por las acciones cotidianas que construyen conexión y dignidad. Una comida compartida. Un mensaje de cuidado. Un aventón. Un recordatorio silencioso de que alguien no está solo.
Dar espacio para la acción.
Porque las comunidades se fortalecen cuando nos cuidamos mutuamente y cuando reconocemos los sistemas que necesitan atención y cambio.
Sea que esta semana traiga alegría, cansancio, descanso o una mezcla de todo, esperamos que encuentres apoyo. Y si tienes la capacidad, te animamos a acercarte a alguien que pueda necesitar un momento de mayor estabilidad en su día.
Estamos agradecidos por todas las personas que trabajan para crear comunidades donde todas y todos pertenecen, donde la verdad conduce a la comprensión y donde el cuidado es algo que practicamos juntas y juntos. Este trabajo continúa mucho después de que termine el feriado, y es un honor caminarlo contigo.
Por Amiran White